No puedo entrar en la Toscana dejando de lado a Bologna, que está en la Emilia Romana y es el único lugar de esa provincia que conocí. La incluyo acá y perdón a los bologneses/emilianos por esta libertad que me tomo. Paré 4 veces en Bologna. La primera en el 62, camino a Florencia y sólo recuerdo el gustito excelente que me dejó el almuerzo en ?…. con alguna pasta a la bolognesa seguramente, donde paramos con el micro. Nada más que esa exquisita pasta recuerdo de aquella vez.
La segunda vez (en 1997), más grandecita ya, fue manejando desde Florencia con el motivo de buscar a mi hijo, que había partido en tren para encontrarse con amigos e ir a una fiesta (aclaro que era su primer año en viaje a Italia y no conocía Bologna) mientras nosotros nos íbamos a Siena. Con el sólo dato de un teléfono que me dejó llegamos para encontrarnos con él en una plaza, cerca de un arco a determinada hora donde nunca apareció. Como es una anécdota, ahora y con los años graciosa, la cuento. Estábamos en un bar y el joven no venía y debíamos partir a Torino ya que a la noche teníamos un show de mi sobrina. Y el fulano que no llegaba. Mi italiano para entonces era un invento total. Pedí unas monedas y en mi más purísimo italiano inventado llamé a ese número y no sé como trataba de explicar que era la mamma di Rocco y que lo estaba esperando. La señora, muy gentil, me dijo que en su casa no había ningún Rocco pero que despertaría a su hija para ver si sabía algo. Más que dormida la chica viene al teléfono y le entiendo algo como que él se había ido a dormir a la casa de otro fulano, que no sabía el teléfono pero sí donde era, no cerca precisamente. Yo, ya con voz de mando le dije a la chica que tenía hasta las 12 del mediodía para ir a buscarlo y traerlo de los pelos, ya que 12:05 partiría para Torino, dejándolo abandonado y sin un peso en Bologna, y agregué: mejor que llegue porque A MIO FIGLIO LO AMMAZZO. La señora del bar, que no le quedaba más que escuchar mis gritos por el teléfono, antes esa declaración mía repetía a cada rato: VA A AMMAZZAR A SUO FIGLIO…! impresionada pensando que tomaría al pie de la letra mis amenazas.
Visto que nada más podíamos hacer sino esperar nos fuimos caminando a recorrer Bologna, con sus hermosos pórticos y la Basílica de San Petronio. De las únicas horas que estuve en Bologna tengo un bellísimo recuerdo como una ciudad muy bonita en distintos tonos de ocre, rojos y naranjas como está fielmente retratado en las fotos.
Bologna tiene varias Puertas, como le llaman ellos, que no son más que arcos de entrada a la ciudad, aunque ya no se usen como tal, y no me costó mucho encontrar en cual de los arcos debía encontrar a mi hijo. Son 5 y nuestra cita era en la Porta de Saragozza, y ahí en frente, gracias a google, vi que aún está la famosa pizzeria trattoria Porta Saragozza (click para verla), donde gritaba por teléfono, cuya foto pondré a continuación. Y lo reconocí fácilmente porque tengo una foto de la cuadra y continúa estando así la misma. La tercera vez paramos para visitarla un poco más en nuestra ida a Pádova.
ACTUALIZO
Regresé la 4ta vez (2014) para pasar una tarde-noche. Fue el punto de encuentro con el Grupo Puglia. Ahí llegué yo y llegaron el resto de mis amigas. Nos alojamos en un sencillo y moderno hotel frente a la estación y nos fuimos a recorrer Bologna. Era justo el último día de clases en las Universidades y había gente por todos lados. Caminamos por las calles de los pórticos. Llegamos a la plaza principal. No pudimos entrar a San Petronio, porque daban las 6 y el cura nos cerró la puerta en ese momento. Caminamos por todos lados y nos sentamos a tomar un aperitivo mirando la gente pasar. Era nuestro re encuentro luego de un año y había mucho para conversar.
Bologna sigue siendo un lugar que me gusta por sus colores rojizos tan cálidos, por tanta juventud dando vueltas, una ciudad muy animada.
Vemos las fotos de google primero.
Fotos de Google para encontrar aquel lugar
Y acá está como era entonces…. igual? hasta la ¿misma? bicicleta 10 años después!!!
Viajando por Italia 